¿Cómo ponerse en buenas manos?
No es ningún secreto que vivimos en un mundo capitalista bajo el lema “si lo sueñas lo puedes conseguir”, pero llevo un tiempo preguntándome a dónde va esto, hacia donde nos dirigimos, concretamente cómo afecta esto al campo de la salud humana.
Cada vez hay más profesionales: entrenadores, coach, médicos, psicólogos, nutricionistas, etc. orientados a la salud ofreciendo sus servicios casi mágicos para resolver cualquier tipo de problema en un tiempo récord, solo hay que hacer una pequeña búsqueda y conseguirás bajar de peso en un mes, ser el hombre o mujer más inteligente del mundo en tan solo tres semanas, bajar tu nivel de estrés con un sencillo ejercicio, obtener el trabajo de tu vida en 3 meses o ser el padre o madre perfectos.
“Todo ello por el módico precio de 20€/mes y de regalo te llevas la Thermomix.”
Hasta aquí casi todo bien, sin problema, pero cuando empiezas a hacer relaciones y pensar con lógica ves que el tema se complica. De repente te preguntas que si hay gente tan maravillosa, bien preparada, con mejores recursos, buena disposición, todos empoderados, con formación continua y dispuesta a comerse el mundo:
¿Por qué se van incrementando el número de patologías?
- Aumentarán los casos de diabetes a nivel mundial un 51% en el año 2045. 700 millones de personas
- Los casos de cáncer se prevén aumentar en un 63,1%, casi 30 millones de personas.
- La depresión afecta a 350 millones de personas, el coste de esto es de 1.150 millones de dólares.
- En España se registraron 1.868.173 personas con depresión
- En España se dice que el 76,2% de los niños deberían cambiar su alimentación
Bajo mi punto de vista estamos perdiendo la esencia, los valores humanos, cierto que progresamos tecnológicamente como sociedad pero donde queda el individuo. Desde una perspectiva tanto profesional como personal hace falta fomentar más la empatía, la escucha activa, el trato personal, dejar del lado el marketing barato de luchar por tus sueños y empezar a pensar en seres humanos con toda su biología. Solo así se podrá llevar la palabra profesional a otra nivel.
Consejos para identificar a un profesionalisto
- Hablará de métodos y no de ciencia
- Posiblemente se justifique con su gran experiencia y años de trabajo, alegando que lo único que importa es practicar y practicar.
- Como contrapartida al apartado anterior, un título tampoco garantiza un buen conocimiento, de nada sirve saber toda la teoría sino va acompañada de práctica, en el equilibrio está el éxito.
- Tienen mucho carisma y lo saben; son altamente emocionales, atrapan con su manera de ser, de expresarse; si bien no es algo malo está bien tenerlo en cuenta para que el fin no justifique los medios.
- Hablan de todo, sin profundidad en el conocimiento, te enfrentarás a un montón de conceptos donde tus dudas aumentarán en vez de aclararse.
- El fin es la diversión y el hedonismo
- Piensa más en el negocio que a nivel personal
Consejos para escoger un buen profesional:
- Mantén una entrevista, para conocerlo tanto profesionalmente como personalmente
- Conoce su campo, hablan con humildad de él, reconociendo que por más que aprendan el conocimiento jamás tendrá fin.
- No tendrán problema por enseñar su formación y correspondientes titulaciones.
- Saben derivar y aconsejar, se van a ceñir a lo que saben hacer, si hace falta algún servicio para complementar no dudarán en mandarte a donde haga falta.
- Relacionan conceptos, ante un problema trazarán una hoja de ruta perfectamente detallada, donde te explicarán que hace falta para conseguir el objetivo.
- Les gusta trabajar en equipo.
- Es humano, y con esto quiero decir que tiene poder de escucha, empatizar, paciencia, compresión, atención, es decir promueve los valores humanos.
- El fin son los resultados, el trabajo, sin obviar aspectos como la motivación.
- Que haga de la constancia su filosofía.
- Disfruta del proceso y le gusta esforzarse para que consigas tus objetivos
Por último y como reflexión final dejo la frase de Winston Churchill:
El vicio inherente al capitalismo es el desigual reparto de bienes. La virtud inherente al socialismo es el equitativo reparto de la miseria